PROTECCION PARA VIAJES
Nos
encomendamos especialmente a San Cipriano cuando nos vamos de viaje y
para evitar los peligros que nos acechan. Es una oración muy breve,
sencilla y fácil de aprender:
“En el nombre de Dios, yo te invoco, San Cipriano. No dejes que el peligro me aceche, y aleja de mí y de los míos el daño que pueda sobrevenir. Guíame con cariño y prudencia en mis viajes, y que siempre llegue a buen puerto. Amen”.
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